La
señorita mariposa, la más bonita de la carpa, deja a todos boquiabiertos con su
show. Primero, se suspende es su capullo de tela, del que poco a poco sale con
una sensualidad inigualable. Entonces, da inicio a su baile aéreo. Se mece con
suavidad, al ritmo de la música, se enrolla en su tela y en el momento menos
esperado se entrega en caída libre. El público contiene la respiración por lo
que parece una eternidad. Ella coquetea con la muerte y sale ilesa. Mantiene
hipnotizados a los espectadores con sus movimientos: al niño gordito de la
segunda fila se le cayó hace rato su algodón de azúcar y él ni lo notó. Es la
gran estrella.
¿Cómo
culpar al forastero por querer huir con ella? Su encanto tiene tal magnitud que
hace que a los malabaristas se les escapen las pelotas. Los traga fuegos se queman
la lengua en su presencia. Los payasos pierdan toda gracia. Incluso los leones se ponen testarudos y se rehúsan
a pasar a través del aro con tal de contemplarla un minuto más.
No
se la puede llevar.
Esta
noche, bajo la luz infinitesimal de las estrellas, sonará el cañón. El hombre
bala saldrá volando y no habrá red que lo ataje. Sólo sus sueños quedarán como
evidencia de lo que no pudo ser. Pasaremos al siguiente acto porque el show
debe continuar.
A.K.H.V.
1 comentario:
Lo resumiría en una palabra "enigmático", increíble como a través de pocos párrafos, se presenta un bosquejo de cada personaje y se deja una expectativa abierta al final. Bien.
P.D. Borré el comentario anterior porque no se había enviado completo.
Saludos. Yoh.
http://chdnk.blogspot.com/
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